Alpera

Ruinas Castillo Alpera
Roa Erostarbe, que recoge diversas opiniones en su CRÓNICA DE LA PROVINCIA DE ALBACETE, nos dice que, según Lozano, Alpera es la población que los romanos denominaron APIARIUM, cuyo significado es el de `Colmenar`.

"Punto menos controvertido por los autores -sigue diciendo- es el de la fundación u origen histórico de este pueblo a todas luces romano. Lozano no disiente de Morales, que lo apoya en la abundancia de barros de Sagunto, hallados en las merindades de Alpera y Blanch se muestra conforme con la opinión de ambos y añade que su situación esta sobre uno de los caminos romanos que cruzaban este territorio.Indicios no despreciables tampoco para juzgar este punto son los indicios de argamasas, ruinas de una fortaleza y buen numero de medallas y monedas romanas, una de las cuales poseyó Lozano, batida en el municipio de Turiaso, hoy Tarazona de Aragon.

Algo mas flojo que esto nos parece el dictamen de Lozano al fijar en un siglo anterior a Jesucristo la antigüedad de Alpera. Discurre así teniendo en cuenta que en el año 130 de nuestra era describe Ptolomeo la ciudad de MELLARIA y recordando la analogía o identidad probable de ambos pueblos (APIARIUM, que significa Colmenar, como ya hemos dicho y MELLARIA, que quiere decir lugar de la miel), concluye inopinadamente atribuyendo a nuestra Alpera aquella antigüedad".


Lo que ninguno de estos autores nos dice es que la Alpera romana (llamase Apiarium o Mellaria), no estaba situada en el emplazamiento actual.

La villa romana, sobre la que los árabes levantaron una fortaleza, aprovechada después por los cristianos hasta su arruinamiento, estaba situada a unos 8 kilómetros de la población de nuestros días, en el paraje conocido `San Gregorio`, junto a la ermita de dicho nombre y unas grandes construcciones agrícolas.

El nacimiento de la actual villa de Alpera debió tener lugar a partir de los finales del siglo XIV, de modo espontáneo; es decir por crecimiento de los caseríos establecidos en la zona de regadío mejor condicionada, gracias a la canalización de las aguas hacia el Pantano de Almansa, sobre las que los vecinos tenían derecho a varios días de aprovechamiento, como luego se vera al tratar del Pantano.

Los datos en que me baso para hacer esta afirmación me vienen dados por la investigación realizada sobre el origen de la famosa Acequia de Alpera, que tantos litigios ocasionara entre esta villa y nuestra ciudad de Almansa.

En 13 de octubre de 1.264, Alfonso X, concedía a Almansa y sus moradores `Alpera et Carcelen et Bonete, que los ayan con todos sus terminos et con sus aguas et con sus pastos et con sus montes asi como los avien en tiempos de los almohades`... Pero en 1.316, don Juan Manuel, bien por circunstancias adversas guerreras o por alianzas que fortalecieran su poderio bélico, cedió (o perdió) dichas tierras, que pasaron a la entonces muy poderosa ciudad de Chinchilla, que se apresuro a repoblar la zona y colocar los mojones divisorios.

Menos mal que el belicoso caballero tuvo la precaución de reservarse para si el derecho sobre las aguas de Alpera (que posteriormente cedería a los de Almansa), ya que de otro modo, los vecinos de Alpera hubiesen impedido que llegasen a estos campos y la evolución y desarrollo de Almansa hubiese sufrido un serio quebranto.

En el Legajo 81 del Archivo Municipal de Almansa, que trata de las Executorias de las Aguas de Alpera, folio 29 y vuelto, encontramos lo siguiente:

"Del proceso resulttaua que la Ejecuttorias, y demas dequese balia la contraria las hauia obtenido en tiempo que si huvieran intervenido las circunstancias que de presente havia no huuieran conseguido, el derecho a dichas Aguas pues no era berosimil, quesi Alpera huviera tenido, el Vezindario y Tierras metidas en lavor con que en el dia se halla huviera concedido en ceder el Agua que necesitava para suspropios usos, ni permitido que passaran por todo su Termino sin poderse aprovechar de ellas era indisputtable que al tiempo de conceder a la Villa de Almansa el aprovechamientto eb las Aguas era Alpera un mero heredamiento situado en el paraje que llamavan San Gregorio con un vezindario sumamentte reducido de forma que por falta de personas las tierras se quedavan sin cultivar, y empradizadas, o montuosas, de modo que para las pocas quese cultivavan les sobreva mucha a Agua..."

En 1.338, el núcleo de población continuaba estando en San Gregorio, junto al Castillo, según lo que se dice en el convenio establecido en ese año entre Almansa y Chinchilla para el aprovechamiento de las aguas en el que se establecían duras penas para los contraventores de las ordenanzas que lo regían.

"Otrossi, si ganados que fueren de nos ni de nuestros términos entrare a bever enla dicha acequia en el termino de nos los de Chinchilla sino en los dichos lugares, que caya en esta pena et perfaga el daño que fizieren en la dicha acequia et lo que fincaren que sea para el muro del castillo de Alpera..."
En 1.575, Felipe II concedió la emancipación a los 85 vecinos de que constaba la villa, mediante el pago de 5.000 ducados a la Corona. Es de suponer que en esa época ya se trataba del emplazamiento actual.

Y al hablar de Alpera es obligado citar las famosas pinturas rupestres de la Cueva de la Vieja.

El descubrimiento de tales pinturas tuvo lugar en 1.910 y según mis informes, su descubridor no fue otro que nuestro viejo conocido don Pascual Serrano Gomez.

Al año siguiente se realizaron los primeros estudios de dichas pinturas, los cuales fueron realizados por el propio señor Serra no,acompañado de los también arqueólogos Juan Cabre y Aguilo y abate Henri Breuil Estas pinturas corresponden a la época de transición Mesolítica y están encuadradas en lo que se ha dado en llamar "Arte

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